Llegados a marzo de este 2022 cumplimos un año desde que abrimos en plena pandemia y podemos decir con toda humildad que nos hemos hecho un pequeño hueco en la gastronomía bilbaína. Nuestro objetivo sigue siendo ofreceros una experiencia distinta, sin prisas y con una atención cercana y exclusiva a cada mesa, todo ello basado en una cocina a la brasa del Kamado. Esto lo podemos conseguir gracias a nuestro propio sistema de reservas que hemos ido puliendo con el tiempo, con el que podemos ajustarnos al máximo a vuestras peticiones. Y es que nuestro objetivo no es llenar las mesas a toda costa, ni venderos la máxima cantidad de comida, precisamente buscamos lo contrario, menos es más.
Queremos aprovechar este post para agradeceros enormemente a todos/as los que nos habéis visitado hasta ahora la oportunidad de daros de comer en nuestra casa. Aquí no sois una reserva más, ni una mesa más que tachar cuando termina el servicio. Nos gusta saber quién viene a comer cada día y no queremos venderos humo, a no ser que sea el que sale de nuestro Kamado. Por lo tanto, milesker por permitirnos cantar ZORIONAK, tened por seguro que seguiremos mejorando y progresando en todos los aspectos con la misma ilusión del primer día.
Eskerrik asko!